La Memoria será disidente

Por Candela Dolores Moreno Cucco Foto: Julia Oubiña
Las agujas del reloj rozan el mediodía del 24 de marzo cuando un whatsapp al grupo de Sin Cerco avisa que el acto de conmemoración a las personas travestis-trans perseguidas, detenidas y desaparecidas que iba a llevarse a cabo en Corrientes y el río se suspende por lluvia. Es cuestión de escribir y de contactarse con las compañeras para que se hagan un espacio en la agenda abultada y podamos coordinar una entrevista. Entrada la tarde, Marzia Echenique lamentará que el tiempo lluvioso no haya permitido mostrar una placa con los nombres de las travas desaparecidas en provincia de Santa Fe. <<Imaginate que si acá contamos 100 desaparecidas nuestras, entonces ya no son cuatrocientas personas del colectivo desaparecidas, son muchísimas más>> , aportará Marzia.
Llegamos pasadas por agua al Qué Te Pasa, donde el frenético compromiso encuentra a La Wally yendo y viniendo mientras se filma el Archivo de la Memoria Travesti-Trans, se charla y se pinta en el vidrio de la puerta la consigna <<No nos han vencido>> con el dibujo de un pañuelo blanco. Erguidas en los tacos suben con agilidad las empinadas escaleras que conducen a la terraza. Eligen un fondo de colores orgullosos con las imágenes de Mercedes Sosa, de Charly García y del Indio Solari. Más tarde repararán en que se sacaron fotos y no vieron antes si estaban bien maquilladas. Sofía Benítez sacará un espejito y se repasará el delineado mientras que Mónica Larger usará el celular como espejo y se revisará el labial. Hacía falta tanto odio para invisibilizar tanto brillo.
Se presentan mientras se desmonta momentáneamente la puesta en escena del rodaje audiovisual que la entrevista interrumpe, como una puerta abierta de la gran solidaridad y del poco tiempo. Ni bien se sientan comienza una charla sin silencios que introduce Carolina Boetti, pionera en recibir la reparación histórica travesti-trans en Santa Fe por la violencia y por la persecución que padeció durante la última dictadura cívico-militar-clerical. <<No teníamos ningún concepto porque en esa época no existía ninguna ley que nos amparara ni ningún lugar donde vivir. El 24 de marzo para nosotras no existía en ese momento>> , cuenta Carolina. Sofía Benítez agrega que estaban invisibilizadas y que la ley de Identidad de Género fue un antes y un después para las travas. Marzia Echenique, por su parte, comenta que pensar las identidades travesti-trans y sus corporalidades, lo que tenía que ver con la construcción del género, no existía incluso en los primeros años de dictadura. No había una vivencia común con el resto de la sociedad civil.
Cuando sugiero que fueron las travas las que tensionaron las consignas, disputaron sentidos y lucharon para estar enunciadas en la Memoria colectiva, Mónica Larger contesta que para ellas no fue una lucha. <<Para nosotras fue reclamar un derecho nuestro. Y llegado el momento nos hicimos ver y nos hicimos notar. Tenemos voces, sentimientos y derechos, como cualquier ser humano>> , recalca. Karla Ojeda acota que las sobrevivientes de la dictadura hoy luchan por erradicar la espantosa esperanza de vida para las travestis-trans.
Un año atrás se dictaminaban las primeras sentencias por delitos sexuales en dictadura, las travas siguen haciendo cola para que alguna día los genocidas que ejercieron violencia sexual contra sus corporalidades lleguen a ser juzgados. <<Los mismos policías nos violaban. Para recibir un plato de comida teníamos que hacer cosas que no queríamos. A veces ellos negociaban con los presos y los presos les pagaban para estar con nosotras; aunque no quisiéramos lo teníamos que hacer a la fuerza, para tener un plato de comida o para ser mejor tratadas>> , apunta Mónica. «Bueno, siguieron dándonos después de que terminó el período militar», advierte Sofía. Entre las múltiples violencias que azoraron al colectivo LGBTTTIQ+ postdictadura se destaca el hecho de que nunca le hayan tomado testimonio a una trava.
Conversando sobre la importancia de hacer un archivo, Karla recalca que <<hay una historia y una población que ha sufrido todas las violencias, siempre viviendo por fuera de todos los derechos que tiene la ciudadanía civil>> , esos relatos de vida que no están registrados en ningún lugar hace años reclaman su espacio y hoy lo encuentran en este archivo histórico disidente. También expresa un profundo deseo de que se garantice la Educación Sexual Integral y que el archivo forme parte de esa perspectiva. Mónica y Marzia conversan sobre la idea de conformar una hemeroteca donde acceder a todos los diarios de aquella época que escrachaban travas y dañaban a sus familias. Relatan que se están haciendo investigaciones sobre Moralidad Pública y sobre la autoproclamada <<Liga de la Decencia>> , que estaba compuesta por policías, militares, una parte de la Iglesia y de la alta sociedad de la ciudad. Entre todas comentan que el archivo incluye mucho trabajo de campo, pero que también está bañado de afecto; aborda la importancia del testimonio, los relatos en primera persona de las invisibilizadas y desoídas.
De repente Karla se encuentra con que está hegemonizando la palabra, dice que está hablando sola y todas se ríen. Le parece fundamental destacar que las travas quieren ser parte de la política, de decisiones que abarquen a toda la ciudadanía, no solo a ellas. Lamenta la cantidad de compañeras que no vivieron para ver la ley de Identidad de Género, que no se pudieron casar; y después celebra con alegría que hoy, a pesar de todo, muchas travestis puedan ser felices. <<Nosotras, las sobrevivientes, somos las que nos hemos ido del país y pudimos ver otra cultura u otra perspectiva sobre lo que nos estaba pasando» cuenta Marzia «para que esos horrores que hemos pasado no se vuelvan a cometer>> . También refuerza la idea de que 30400 es un número simbólico porque ellas no estaban incluidas en la cifra de 30 mil. Karla insiste en que, por encima del número, su objetivo es disputar sentidos.
Carolina, lejos de conformarse con la suya, dice que la reparación histórica debe ser a todas las personas que sufrieron violencia del Estado, no solamente a las que sufrieron en época de la dictadura. <<La persecución siguió después de la dictadura>> , añade. En cuestión de minutos continuarán con el rodaje del archivo y la jornada seguirá en la concentración en el Parque Nacional a la Bandera para conmemorar el Día de la Memoria por la Verdad y Justicia a 45 años del inicio de la dictadura.