El coronavirus y las bacterias resistentes a los antibióticos

Por Alejo Casal* Fotografía: Verónica Yáñez
Desde la aparición de los primeros casos de coronavirus (COVID-19) muchos han intentado dar una explicación satisfactoria acerca de su surgimiento y de cómo el virus causante de esta enfermedad (SARS-CoV-2) afectará al mundo. Esto dio lugar a múltiples teorías que, con mayor o menor rigor, abordaron el tema. Algunas, un tanto reduccionistas, responsabilizan a una sopa de murciélagos comercializada en un mercado popular en Wuhan de una enfermedad que, en el término de pocos meses, se volvió global. Otras, más osadas, hablan de conspiraciones geopolíticas en el marco de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Más allá de las suspicacias individuales, esta pandemia devela que vivimos sumidos en un sistema económico que lleva décadas explotando a la naturaleza de manera insostenible. La deforestación, la agricultura moderna y los proyectos de urbanización avanzan sobre los hábitats naturales estrechando el contacto con la fauna silvestre y favoreciendo la zoonosis, es decir, la transmisión de virus desde animales a humanos. En los reservorios naturales existen múltiples y diversos virus que afectan animales salvajes, siendo el accionar humano el que permite su propagación desde sus hospedadores naturales hacia las personas (1). En este contexto, el COVID-19 aparece más como consecuencia de ese accionar que como un hecho fortuito.
Desde los antiguos acueductos romanos hasta hechos más recientes, como la instalación de centrales hidroeléctricas, el ser humano ha ocasionado cambios en la naturaleza, muchas veces vinculados con la mejora de la calidad de vida de las personas. El problema radica en ignorar la falta de sustentabilidad de un sistema económico basado en los conceptos de producción, consumo y descarte, que actúa como si fuera independiente de los sistemas biológicos en los que se cimienta. Esto, sumado al crecimiento demográfico, ocasiona cambios en la naturaleza cada vez más notorios. Las consecuencias se visualizan, de una manera integral, en el calentamiento global.
Uno de los hitos científicos más importantes del siglo pasado fue el desarrollo de los antibióticos. Estos fármacos permitieron tratar muchísimas infecciones bacterianas aumentando considerablemente la expectativa de vida de la población. Pero su aplicación, como toda intervención humana, generó cambios en su entorno natural. Debido a la rápida evolución y capacidad de adaptación que poseen las bacterias, la resistencia a antibióticos se volvió una consecuencia inevitable de su uso (2). Muchas bacterias poseen la capacidad de encontrar nuevas formas de resistir a los tratamientos y, además, pueden permitirles a otros microorganismos hacerse resistentes transmitiéndole su material genético (3). El tiempo necesario para adquirir la resistencia es mucho menor que el requerido para el diseño de nuevos fármacos. El abuso y el mal uso generalizado de estos compuestos acelera el desarrollo de nuevos mecanismos de resistencia, amenazando con conducir a un agotamiento de los antibióticos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que las bacterias resistentes a antibióticos representan una de las mayores amenazas actuales para la salud mundial. Estos microorganismos ocasionan infecciones difíciles de tratar por la pérdida de eficacia de los fármacos conocidos, prolongando las estancias hospitalarias, incrementando los costos médicos y aumentando la mortalidad (4). Esta situación, preexistente al surgimiento del COVID-19, se ve agravada en la actualidad.
En un artículo de la prestigiosa revista Science publicada en abril de este año (5), Priya Nori, directora del programa de administración de antibióticos del Montefiore Medical Center’s de Nueva York, demuestra su preocupación debido a que el uso de antibióticos para tratar el COVID-19 puede generar el clima ideal para el surgimiento de nuevas bacterias resistentes. Los antibióticos no afectan directamente al SARS-CoV-2, el virus causante de la enfermedad, pero las infecciones respiratorias virales a menudo conducen a neumonías bacterianas. Según evidencia creciente, muchos pacientes con COVID-19 mueren por infecciones secundarias y no por el virus en sí. Debido a esto, el suministro de antibióticos se vuelve una cuestión de vida o muerte, incrementando en gran medida su uso. Varios especialistas advierten que la proliferación de pacientes con COVID-19 puede conducir a un aumento de las bacterias resistentes a antibióticos.
Esta problemática debe ser abordada de forma integral a través de políticas públicas y campañas de concientización que promuevan un mejor uso de estos fármacos.
Del total de antibióticos producidos en el mundo, más de la mitad se destina a la cría de animales para estimular el crecimiento y prevenir enfermedades en animales sanos. La OMS advierte el potencial peligro que esto implica y sugiere, en cambio, administrar antibióticos solamente cuando se ha diagnosticado una enfermedad. Además, aconseja utilizar los antibióticos de menor relevancia para la salud humana. Otras alternativas viables son la mejora de la higiene en los lugares de crianza y un mejor uso de la vacunación. El establecimiento de medidas que intervengan el uso de antibióticos en animales permitiría reducir drásticamente su uso (6).
Además, es necesario restringir la venta de antibióticos sin prescripción médica. En los lugares donde estos fármacos se pueden adquirir sin receta, tanto para uso humano como veterinario, la aparición y diseminación de bacterias resistentes se ve agravada (3).
La población, por su parte, debe tomar conciencia de que la mayoría de las veces los resfríos son causados por virus y, por lo tanto, no justifican la toma de antibióticos. Como ya se mencionó, los antibióticos son efectivos contra infecciones bacterianas, no virales, y deben ser tomados solamente si los profesionales sanitarios los creen necesarios. Asimismo, cuando un médico receta un antibiótico es esencial respetar el tiempo de toma. Alterar el período recomendado entre cada toma y la cantidad de días del tratamiento le posibilita a la bacteria el desarrollo de la resistencia.
El advenimiento del coronavirus evidenció muchos aspectos de la realidad que exigen ser revisados. Esto implica comprender la estrecha vinculación y dependencia entre las distintas disciplinas para buscar soluciones integrales que posibiliten cambios estructurales. Como muchos intelectuales señalan, cuando la pandemia finalice, existe la posibilidad de crear una nueva “normalidad” que deberá ser más justa, más equitativa, más sustentable y menos depredadora de la naturaleza. En este contexto, promover un uso racional de los antibióticos es un asunto de vital importancia para contar con sistemas de salud eficaces y perdurables.
*Licenciado en Biotecnología por la Universidad Nacional de Rosario
(1) Origin and evolution of pathogenic coronaviruses. Nature Reviews Microbiology. 2019. Cui J, Li F, Shi ZL. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7097006/
(2) Origins and evolution of antibiotic resistance. Microbiology and Molecular Biology Reviews. 2010. Davies J, Davies D. https://mmbr.asm.org/content/74/3/417.long
(3) La OMS publica la lista de las bacterias para las que se necesitan urgentemente nuevos antibióticos. Organización mundial de la Salud. 2017. https://www.who.int/es/news-room/detail/27-02-2017-who-publishes-list-of-bacteria-for-whichnew-antibiotics-are-urgently-needed
(4) Resistencia a los antibióticos. Organización Mundial de la Salud. 2018. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/resistencia-a-los-antibi%C3%B3ticos
(5) Sara Reardon. Antibiotic treatment for COVID-19 complications could fuel resistant bacteria. Science. 2020. https://www.sciencemag.org/news/2020/04/antibiotic-treatment-covid-19-complicationscould-fuel-resistant-bacteria#
(6) Dejemos de administrar antibióticos a animales sanos para prevenir la propagación de la resistencia a los antimicrobianos. Organización Mundial de la Salud. 2017. https://www.who.int/es/news-room/detail/07-11-2017-stop-using-antibiotics-in-healthyanimals-to-prevent-the-spread-of-antibiotic-resistance