Orgullo nos sobra

Por Loreley Flores Fotografía: Ana Isla
El 28 de Junio es, a partir de lo vivido en Stonewall en 1969, el día del Orgullo. El Orgullo era únicamente gay al principio. Porque el patriarcado siempre se las arregla para jerarquizar e invisibilizar, pero las distintas identidades estaban ahí y fueron trabajando para ser nombradas y aparecer en la sigla. Orgullo fue la respuesta a la represión y persecución de todes: lesbianas, bisexuales, trans, intersex, no binaries, queers.
Cada 28 de junio, se hacen balances. Hay años en los que algunas regiones celebran en grande como cuando se sancionó la ley de Matrimonio Igualitario o la de Identidad de género en nuestro país, pero la violencia y los crímenes por prejuicio siguen empañando la idea de una vida en libertad y dignidad.
“Paren de matarnos” es un grito visceral de todas las identidades que no responden al varón hegemónico heterosexual. “Paren de matarnos” es una demanda de lesbianas, gays, personas trans, intersex, bisexuales, no binaries, queers y también de las mujeres cis heterosexuales. Paren de matarnos.
Las palabras han ido cambiando y hoy, a los crímenes de odio los llamamos como tales y ese nombrarnos y nombrar las cosas de otra manera, ha corrido ciertos límites y han provocado cambios que en algún momento deben ser recogidos por el Estado. Hace un año, en un fallo histórico por el transfemicidio de Diana Sacayán, el tribunal consideró que se trataba de un crimen de odio. Este año en el juicio por el transfemicido de Marcela Chocobar, el fallo judicial toma como agravante el “odio a la identidad de género”. La justicia empieza a tener perspectiva en derechos de las diversidades sexuales e identitarias, pero nos siguen matando.
Las victorias se intercalan con ataques.
Yhajaira Falcon es trans, vive en Ciudad de Buenos Aires y hace pocos días fue atacada verbal y físicamente por serlo. La policía lejos de asistirla, en tanto ciudadana víctima de violencia, quiso detenerla a ella y violaron su derecho a la identidad autopercibida tratandola en masculino todo el tiempo. ¿Qué hacemos con esto? Algunas cosas cambian tan rápidamente y se incorporan con tanta facilidad a las sociedades, y la pregunta es por qué el respeto de los derechos de las otredades, no.
En nuestro país, la resistencia a la implementación de la ESI es proporcional al avance de los sectores antiderechos y a las violencias que no debieran existir. A Yésica, su primo la golpeó en la cabeza mientras le gritaba: lesbiana puta. Cuántas cosas podrían ser distintas con Educación Sexual Integral en las escuelas. Lesbiana no es un insulto, ni puta; tampoco es motivo para justificar ningún tipo de violencias, pero la sociedad -el heteropatriarcado- educa para otorgar a la heterosexualidad una superioridad que le permite incluir o discriminar a su antojo, aceptar o no estar de acuerdo, corregir y aleccionar.
Aún hoy, a 50 años de las revueltas de Stonewall, en diversas partes del mundo, las disidencias son agredidas en las calles y separadas de su derechos -incluso en Estados Unidos-. En Argentina, la jueza Marta Yungano sentenció a un año de prisión en suspenso a una lesbiana, por besar a su conyuge. Por ser lesbiana. Disfrazan las causas para justificar lo injustificable, en este caso, lo injustificable es que Marian Gómez haya sido procesada. No van a admitirlo, van a demostrar “quien manda”.
Y las situaciones son interminables de enumerar, según el informe de Homofobia de Estado emitido por la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex -ILGA- en 2019: en 11 países se condena con pena de muerte los actos sexuales consensuados entre personas del mismo sexo; en 26, con penas que van desde 10 años a prisión perpetua; en 31 con penas hasta 8 años de prisión. En 55 países no existe ni protección ni criminalización y en tan solo 8, la protección contra la discriminación por orientación sexual es constitucional, en 52 existe una protección amplia y en 81 países existe una protección moderada y dispar, entre los que se encuentra Argentina.
Según expresa Cynthia Rothschild -activista feminista de derechos humanos y derechos sexuales en el informe de Homofobia 2019 de ILGA- : “Se han observado picos en crímenes de odio y otros actos violentos en muchas regiones y el hostigamiento y las amenazas abundan en las redes sociales. Los gobiernos en todas las regiones y, más precisamente, las personas antiéticas que a menudo los integran, parecen haberse propuesto atacar los logros de justicia social que hemos conquistado en las últimas décadas».
«Los sistemas de derechos humanos están bajo ataque en muchos lugares, subfinanciados y difamados. A les inmigrantes y refugiades, incluides algunes LGBTI, se les niega el derecho a buscar asilo en varios continentes. Se les detiene en razzias, se les priva de su libertad, se les deporta e, incluso, se les abandona en altamar. Les niñes son separades de sus xadres, las familias se desmiembran o no son reconocidas legalmente. Se recaudan fondos para construir muros, para crear puestos de control fronterizos, para comprar misiles, para hacer pruebas con sistemas de defensa como actos de intimidación. Y los discursos utilizados estratégicamente por les funcionaries polítiques y líderes religioses fundamentalistas siguen siendo misóginos, homofóbicos, transfóbicos y, a menudo, es simplemente impactante por su manera de ofender e insultar”.
Marcar lo positivo
Lo cierto es que así como las derechas antiderechos han avanzado, las luchas encarnadas por las personas que integran el colectivo LGBTIQ+, las organizaciones y algunos organismos internacionales han ido conquistando el reconocimiento de los derechos, que no deben ser otorgados por nadie ya que nos asisten a todos los seres humanos, pero sí deben ser explícitamente mencionados, sancionados y enseñados.
- Desde aquella revuelta de Stonewall hasta ahora, la Organización Mundial de la Salud eliminó a la Homosexualidad -en 1990- y a la “incongruencia de género” en 2018 -aunque mantiene un lenguaje patologizante con respecto a las personas intersex.
- El matrimonio entre personas del mismo sexo se legalizó en varios países del mundo, entre los cuales figura Argentina -el 15 de julio de 2010, Ley 26.618- .
- Leyes de Identidad de género: En nuestro país, se sancionó la Ley 26.743 el 9 de mayo de 2012 y se convirtió en legislación de avanzada ya que reconoce la identidad de género autopercibida, despatologizándola.
- Esto no fue casualidad, sino fruto de la lucha de compañeres lesbianas, gays, no binaries, intersex, trans como Claudia Pía Baudraco -entre tantísimes otres-. Pía como otras compañeras se negaron a someterse a intervenciones quirúrgicas mutilantes. Tenían en claro que la identidad no la determina la genitalidad, sino las construcciones propias.
- Muchas cosas buenas han sucedido a fuerza de organización y militancia.
- En regiones personas que integran las diversidades, están autogestionándose hogares para las ancianidades. Pioneras, pioneros, pioneres. Lo saben necesitamos refugios trincheras. Qué bueno que lo hagan. Elles fueron nosotres, nosotres seremos elles.
Stonewall hoy
Lo que pasó en Stonewall hace 50 años: la persecución y la rebelión, se vuelven a repetir cada vez que encarcelan a Marian, asesinan a Diana, Marcela o a Pamela, golpean a Jonathan, impiden que una pareja de dos mujeres entre con sus hijas a una heladería, le piden a otra pareja que no se acaricie en público, violan, amenazan o golpean a alguien por su expresión de género, matan a Pepa, encarcelan a Highi, o les echan de su trabajo, de sus familias, de sus escuelas. Cada ves que una trava muere antes de los 40 años por falta de políticas públicas, es travesticidio social, avalado por el Estado y silenciado por la sociedad.
Pero cada vez que sucede algo de esto, nos volvemos a levantar, a tomar las calles, a pintarnos de colores, a abrazarnos, volvemos a poner música y tratar de vivir intensamente la vida. Salimos con el Orgullo como bandera y como respuesta política -como dijo Carlos Jauregui. Nos llenamos de glitter, porque Orgullo nos sobra y salimos a las calles, una vez más, a hablar de nuestras vidas y nuestras cuerpas tan deseantes y libres, a pesar de la opresión y la represión.
A nosotres también, Paren de matarnos!