Marchar en lugar de aguantar
Texto: Diego Carballido. Fotografías: Cristian Maiola
“La gente tiene que aguantar” esa fue la recomendación del presidente Mauricio Macri la semana pasada mientras la suba del dólar no le daba tregua a su gabinete económico. Y en cada suba de la moneda norteamericana, si algo aprendió el grueso de los que aún tienen trabajo, es que se transformará en poco tiempo esa suba en inflación.
El aumento del costo de vida, la apertura de las importaciones, la devaluación de la moneda, la quita de subsidios a los servicios básicos, el deterioro de las jubilaciones, la pérdida del empleo y el cierre de los programas sociales solo fueron algunos de los motivos que movilizaron, este jueves por la tarde, al grupo de trabajadoras y trabajadores agrupados en el Movimiento Sindical Rosarino. Entre bombos y banderas, una columna de cientos de manifestantes atravesó el centro rosarino hasta llegar a la plaza Montenegro donde se escucharon las palabras de diferentes referentes gremiales.
La consigna de la movilización fue “decir basta al ajuste”. De alguna manera, visibilizar aquello que los grandes medios de comunicación parecen recién comenzar a mostrar en sus noticieros. Hacer sentir en forma de reclamo masivo aquello que se conversa en los ámbitos cotidianos. Ese descontento que va en aumento y necesariamente tiene que tener un correlato en las calles en forma de marcha o de un paro general. La posibilidad de una medida de fuerza masiva enmarcada en un plan de lucha prolongado fue un tema recurrente en las y los que tomaron la palabra en la plaza Montenegro y un pedido hacia a las centrales obreras.
El rumbo económico escogido por el gobierno de Cambiemos no muestra ni un solo índice favorable en los casi tres años y medio de gobierno, y el clima de recesión empieza a palparse en los hogares argentinos. A pesar de ser un año electoral, no parece haber incentivos posibles que reactiven una maquinaria productiva que está en retroceso, con noticias prácticamente a diario sobre el cierre de una nueva fábrica o emprendimiento. Sumado a que la estrategia de sostener este ajuste fenomenal sobre los sectores más vulnerables con el fantasma de la gestión anterior ya no parece tener efecto. Con las interminables excusas del fiscal Stornelli para no presentarse y aclarar su situación frente al juez Ramos Padillia hacen cada vez más insostenible la afronta judicial emprendida casi como estrategia de campaña.
Inflación récord, el porcentaje cada vez mayor de salario destinado al pago de impuesto, los despidos sistemáticos, la casi desaparición de las economías regionales son el resabio de un modelo que apela a la bicicleta financiera como elemento de recuperación económica, dejando librado a las grandes mayorías a una pseudo ley de la selva donde sólo sobrevivan aquellos que dispongan de un capital especulativo o de información sensible sobre los vaivenes económicos. La poco amigable meritocracia.
«La realidad continúa perjudicando a las y los trabajadores» se escuchó decir desde los micrófonos del escenario montado por el Movimiento Sindical Rosarino en la plaza Montenegro. Un acto masivo desde donde se mostró el «rechazo a este modelo que atenta contra la redistribución del ingreso y el funcionamiento del consumo mercado. Un modelo que destruye la producción nacional y el empleo registrado».