#NiñasNoMadres

Repudiar es decir que se cree que algo está mal. Muy mal. Que revuelve las tripas.
Desde la colectiva de comunicación Sin Cerco, REPUDIAMOS la nota anónima publicada hoy en “La Nación” titulada “Niñas madres con mayúsculas”.
Sabemos, porque conocemos los derechos de las infancias, que esta nota es violenta desde la primera letra del título.
¿Es lógico pretender e imponer que una niña sea madre y no sólo eso, que lo sea con mayúscula sin siquiera preguntarse cómo llegó esa niña a estar embarazada?
¿Es lógico suponer que cualquier persona con capacidad de gestar es o quiere ser madre?
¿Es lógico correr del plano que es una niña aunque esté gestando?
Los pañuelos verdes seguirán agitándose como lo vienen haciendo desde hace más de una década porque lo que demandan es la ampliación en el reconocimiento de los derechos que todo ser humano debiera tener a planificar su vida, libremente, más allá de tener o no útero. Y también seguirán agitándose porque hay gente que con notas como ésta trata de imponer su creencia o dogma sobre la vida del resto, porque sí. Porque necesitan tener el control.
Repudiamos la nota de La Nación porque no solo es misógina sino también clasista. No hay “naturalidad” en que por tener ovarios una persona sabe, quiere y debe maternar. No debiera naturalizarse el hecho de que hablemos de “ovarios infantiles”.
Repudiamos que la única educación sexual que se reclame en esta nota es la de tener información sobre el propio cuerpo, como si estas niñas gestantes fueran responsables de esa situación. La nota menciona que esos embarazos son productos de situaciones nada deseables, pero nunca menciona que la educación sexual también debiera enseñar a los varones a no violar, a que el cuerpo de otra persona no le pertenece más que a esa persona y que no es no.
Esas niñas que hoy podrían estar jugando a ser madres, plomeras o conquistadoras del mundo, deben lidiar con la carga que les impone la sociedad de sentirse culpables de ser abusadas, de sentirse culpables de querer decidir sobre sus vidas, de sentirse culpable de todo porque hagan lo que hagan serán culpables. Esas niñas que de ninguna manera eligieron lo que les tocó vivir, no pueden ocuparse de sí mismas porque tienen que ocupar el rol de ser “madrazas”. Tanta perversión revuelve las tripas. Que sean niñas las niñas, decía alguien por ahí.
Repudiamos profundamente que se ponga en tela de juicios a esas madres que tratan de defender a sus niñas ante la tortura de obligarlas a maternar y creemos que una sociedad madura, no es todo lo que esta nota dice, sino aquella que se decide a luchar contra la desigualdad que somete diariamente a mujeres y disidencias sexuales e identitarias a la violencia, al abuso sexual y a la muerte.
Repudiamos porque nos dan asco todos los conceptos que en esta nota se vierten y porque sabemos que no es un error ni un acto inocente, sino un guiño al machismo que día a día nos quita la soberanía sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.
Colectiva Sin Cerco