Teatristas del país unidos frente a las políticas restrictivas de Cambiemos

Por Azul Martinez Fotografía: Ana Isla
El teatro, al igual que muchos otros sectores trabajadores en nuestro país, sufre un fuerte y perjudicial impacto por las medidas del Gobierno Nacional de Mauricio Macri. Desde 2016, tanto las salas teatrales como la actividad en sí misma, se han visto perjudicadas por los crecientes tarifazos y recortes presupuestarios que, como si fuese una receta familiar que los gobiernos de corte neoliberal siguen paso a paso, se aplica sobre toda la esfera cultural.
¿Qué valor puede tener para el presidente y todo su gabinete que una familia humilde vaya al parque España y pueda disfrutar de un espectáculo a la gorra? ¿Qué valor puede tener un grupo de artistas encerrados largas horas practicando una nueva función? ¿Qué valor, una sala que funciona de manera autogestiva desde hace años y que se sostiene por el esfuerzo de todo un grupo de personas que dedican su vida al teatro? En la sociedad actual del capitalismo atroz, la competencia desregulada y la meritocracia, no tiene ningún valor.
Al mal tiempo, mala cara
A principios de octubre, la comunidad teatral de todo el país se declaró en estado de alerta y movilización para defender el Instituto Nacional de Teatro y la plena vigencia de la ley nacional del Teatro -24800- que garantiza, entre otras cosas, la representación federal del Instituto y la distribución equitativa de los ingresos para cada provincia.
Estos hechos se sucedieron luego de que se conociera que en la letra chica del presupuesto que se debate en el Congreso de la Nación, figuraban algunos recortes en el monto destinado al Instituto Nacional del Teatro -INT- para el 2019. Asimismo, una situación tensa que viene desde hace tiempo, entre algunos miembros del Consejo de Dirección y representantes provinciales con el actual director ejecutivo del INT, Marcelo Allasino, sumaron un nuevo capítulo al conflicto.
El 25 y 26 de septiembre, se realizó un plenario para discutir la situación actual del organismo, al cual Allasino decidió premeditadamente no asistir. En dicho plenario, consejeros del INT lanzaron un comunicado en donde explicitaron que el Instituto está siendo víctima de un recorte presupuestario que lesiona de manera preocupante los intereses de la actividad teatral nacional para el año próximo. También, que el presupuesto elevado por Allasino fue hecho sin la consulta correspondiente al Consejo de Dirección y que deja entrever un recorte del 12 por ciento del dinero disponible para subsidios. Sumado a que no hubo actualización por el nivel de inflación previsto del 40 por ciento, esto implica un recorte cercano al 50 por ciento para el 2019.
Tan solo un día después de finalizada la asamblea, el departamento de Prensa y Comunicación del INT decidió la suspensión de dos representantes provinciales: Miguel Ángel Palma, de Santa Fe y Gabriel Arias, de San Luis. Primero se había anunciado que sería por cinco días, pero luego se definió que Palma cese definitivamente sus funciones en el INT.
Una gran marcha federal
Para hoy, jueves 18 de octubre, los teatristas de todo el país organizaron una gran marcha nacional para alzar la voz y manifestarse contra las políticas que amenazan la actividad teatral y el acceso y disfrute a la misma. Sin Cerco habló con Christián Álvarez, secretario general de la delegación Rosario de la Asociación Argentina de Actores, para conocer más sobre esta iniciativa que fue dada en conjunto y de manera articulada con los demás territorios.
“Esta marcha salió de las asambleas de teatristas que se vienen organizando en todas las provincias. Cada lugar tendrá su convocatoria en plazas principales o centros culturales. Nosotros aquí lo hacemos en plaza Pringles -Córdoba y Paraguay- a partir de las 18. La consigna a nivel nacional es ir con algo rojo y desde allí partiremos hacia la plaza 25 de Mayo por calle San Luis, haciendo visibles todos nuestros reclamos”, contó Alvarez.
Christián destacó que ya hay un recorte a nivel general en cada uno de los estamentos culturales gracias a la decisión del Gobierno de convertir al Ministerio de Cultura en Secretaría. Entre las medidas, los teatristas realizaron un petitorio a nivel nacional que ya consiguió las 9000 mil firmas y en el cual se le pide la renuncia a Marcelo Allasino. Además, se exige que se revea el presupuesto 2019 ya que el mismo se llevó adelante de forma inconsulta, sin contar con la aprobación del cuerpo colegiado que representa a las distintas regiones dentro del INT.
Otra cuestión fundamental es la deuda acumulada que este instituto tiene con varios realizadores teatrales. Solamente acá, en provincia de Santa Fe, Christián calcula un número cercano a los 11 millones de pesos.
“Se fue generando porque han quedado acumulados, desde los años 2016, 2017 y toda la primera parte del 2018, montos que no se fueron pagando. Vos tenés distintas instancias, una vez que pedís el subsidio para la actividad que fuere, el Consejo lo aprueba y cuando esto sucede ya es tuyo. Lo que pasa es que después tiene que pasar a la instancia de ejecución y por lo tanto hay distintos momentos. Los que ya están en ejecución para pago representan aproximadamente el 50 por ciento de la deuda y es dinero que todavía no salió”, sintetizó el delegado.