Ellas: mujeres que dirigen teatro

Por Pau Turina.
En marzo, los escenarios de Plataforma Lavardén serán dirigidos por mujeres. El Ciclo «Ellas» pretende reunir una cierta cantidad de obras, todas con dirección femenina. Según Romina Tamburello, una de las directoras que participará con la obra de teatro «JetLag, el amor en punto muerto»: «Fue una idea que empezó a dar vueltas el año pasado a raíz de observar que las mujeres rosarinas hacen un teatro muy bueno. No están todas las directoras mujeres porque solo teníamos espacio para once obras, así que se realizó una selección con miras de que el año que viene el ciclo se repita y puedan variarse las propuestas». Para Romina, las mujeres rosarinas llevan adelante muchos proyectos año a año y de calidad, y el ciclo es una muestra de eso. «Estamos en un momento histórico que pone en duda los viejos parámetros machistas y eso es una lucha de años que algún día tenía que dar sus frutos. Como directora yo nunca me topé con una traba por ser mujer, quizás sea porque elijo trabajar con gente querida que valora el trabajo sin importar el género. Lo que sí, puedo decirte que este espacio de discusión sobre los viejos estereotipos machistas genera en mí, y calculo que en muchas mujeres, ganas de contar otras historias».
La obra que dirige cuenta el largo viaje de una pareja, desde que se conocen, pasando por el frustrado intento de formar una familia en la que nace una hija despojada de su género, una separación y una reconciliación de la que no están muy convencidos. Es una comedia negra sobre gente histérica que busca atención sin saber si en realidad quiere compañía.
Cristina Carozza es otra de las directoras que participará en el Ciclo «Ellas». Cristina es directora de «Mónologos UP 2da Selección», un espectáculo que a través de monólogos de humor que parten de situaciones cotidianas que le suceden a las mujeres donde muestran sus problemas y desde allí, hacen valer sus puntos de vista con los que el público se siente identificado con situaciones reconocibles. A Cristina como a Romina también le parece que las mujeres tienen un lugar ganado en la escena teatral rosarina y que, de alguna manera, fueron construyéndolo con años de trabajo. Algunas en soledad, otras uniéndose entre sí, y de este modo, arman esta trama de «mujeres que hacen teatro». A la hora de contar si siente mayores dificultades en llevar adelante su trabajo teatral por ser mujer dice: «Nunca me puse a pensar en que si yo era mujer tenía más o menos posibilidades de hacer, directamente me puse a trabajar y buscar de todas las maneras posibles participar y hacer visible mi trabajo; pueden presentarse dificultades, pero siempre trato de privilegiar el trabajo que quiero presentar y dejar que lo que hago hable por sí mismo».
Carla Tealdi es la directora de «Manifiesta (cuerpo en expansión)», obra de teatro que denuncia la opresión que sufren las mujeres sobre su cuerpo. Un dato no mejor es que el elenco está conformado en su totalidad por mujeres en una tríada escénica. «Sucede en el arte escénico, quizás por interés natural, que las mujeres solemos ser mayoría. No obstante, acarreamos una larga tradición en el ambiente de sectores de poder dados exclusivamente a hombres, ya sea los espacios de dirección como docencia teatral, al igual que en otros ámbitos culturales y sociales, en los que se segrega a las mujeres a roles de asistencia, producción o inclusive administrativos. Lo que pasa en el ámbito teatral no es más que un reflejo de la sociedad en la que vivimos, donde las mujeres debemos esforzarnos para hacernos lugar en espacios que nos impliquen cierto grado de poder o de toma de decisiones. Gracias a una constante insistencia, las mujeres año a año vamos ocupándonos, cada vez más, de estar presentes con nuestra voz y nuestro cuerpo y eso es claramente visible en este ciclo». Carla considera que la mayor dificultad radica en una decisión personal, es decir, sentirse digna y merecedora de ocupar un rol de dirección o similar. Sus ejemplos han sido siempre masculinos, tanto en dirección de teatro, en docencia, en dirección de cine, de televisión, en bandas o grupos musicales y demás. Con esa gran carga, cuenta que es difícil pensarse como creadora, es un fantasma que la acompaña aún estando en el ejercicio de estos roles. «Además de trabajar como directora también soy iluminadora escénica. Para mí es un reto constante desarrollarme en ese ámbito donde pareciera que lo técnico está destinado exclusivamente al género masculino, lugar donde la palabra de la mujer es meramente decorativa. Es moneda corriente que cada vez que llego a un nuevo teatro o trabajo en un montaje con nuevos técnicos deba atravesar un primer momento de asperezas, malos entendidos y mala predisposición de los hombres a confiar en mi trabajo. Es decir, debo demostrarles que sé de lo que hablo y soy capaz -aunque la mayoría de las veces se trata de mis propios diseños lumínicos-, para que me tomen en serio. Me pregunto, irónicamente, si a los diseñadores, técnicos lumínicos, o directores les hacen la misma prueba. Este tipo de ejemplos nos demuestran que debemos seguir insistiendo, desde nuestra autoafirmación y trabajo colectivo, en los espacios que nos son negados. Este ciclo es parte de este camino».
Paula García Jurado es directora de «Ya estoy solo», una obra de teatro sobre la confesión de una mujer acerca de los múltiples asesinatos que cometió durante un rodaje en el que revive las emociones que la llevaron a hacerlo y donde no busca el perdón, sino solo ser escuchada. Cuenta que para ella, las mujeres dentro de la escena teatral rosarina tienen una presencia fuerte desde todos los lugares: la actuación, la dramaturgia, la dirección, la docencia y la gestión. Y que son muchas las que apuestan al teatro de diferentes formas, estéticas y propuestas. «Creo que este ciclo expone, muestra y evidencia algo que viene sucediendo cada vez más. Somos muchas las que dirigimos. Armar un ciclo con esta cantidad de obras hace visible esta realidad de la escena teatral rosarina». Paula coincide con que hay muchos lugares donde es más difícil llegar por ser mujer. Cree que hacer visible el trabajo de las directoras mujeres en este ciclo y en este mes en particular –en el contexto del Día de las Mujeres Trabajadoras y del Paro Internacional de Mujeres– es una pequeña parte de una gran lucha. «Particularmente no percibo más dificultades para llegar a estos lugares en este ámbito. Seguramente porque otras allanaron el camino. Quizás porque muchas mujeres ocuparon lugares importantes en mi formación».
Las directoras que participan del ciclo son: Paola Chávez, Romina Mazzadi Arro, Paula García Jurado, Tania Scaglione, Carla Tealdi, Simonel Piancatelli, Belen Ocampo, Cristina Carozza, Alejandra Codina, Alejandra Gómez y Romina Tamburello.
Las entradas están en venta en la boletería del teatro -Sarmiento y Mendoza- de 10 a 13 y de 16 a 20 h, sábados de 10 a 13 y desde 2 horas antes de cada espectáculo programado.
Fotografías: Gentileza de las obras de teatro.